Rompiendo el paradigma, estados unidos hoy tiene un presidente electo del cual esperamos lo mejor y aportando un poquito a su historia aqui les dejo su biografia y algunos datos curiosos.
- Nombre completo: Barack Obama
- Fecha de nacimiento: 4/Agosto/1961
- Lugar de nacimiento: Honolulu, Hawai
- Estado civil: Casado
- Signo del zodiaco: LEO
- Ojos: Marrón
- Profesión: Senador del Partido Demócrata de los EE.UU.
- Hijos: 2, Malia y Shasa
Barack Hussein Obama Jr. nació el 4 de agosto de 1961 en Honolulu, Hawai. Su padre, Barack Hussein Obama Sr, nacido en Kenia y su madre, Shirley Ana Dunham, natural de Kansas, se conocieron en la isla y decidieron formar allí una familia. Apenas dos años después del nacimiento del pequeño Barack, su padre les abandonó para cursar una beca de Economía en Harvard. Más tarde, se iría a Kenia para trabajar para el gobierno del país africano y Obama sólo volvería a ver a su padre en una ocasión.
Su madre se casó entonces con un administrador de petróleo indonesio, y Barack se fue a los 6 años a vivir a Yakarta. Allí asistió a una escuela católica, siendo protestante y en un país de mayoría musulmana, una paradoja más en su vida.
A los 10 años, Obama volvió a Honolulu y fue criado por sus abuelos. Permanecería en la isla del Pacífico hasta los 19 años, cuando se fue a estudiar Ciencias Políticas en la Universidad de Columbia, en Nueva York. Durante un par de años realizó trabajos comunitarios colaborando con ONG de la Iglesia y después decidió estudiar Derecho en la Universidad de Harvard, graduándose «cum laude». Allí consiguió el primer hito en su carrera: conseguir ser el primer afroamericano en presidir la prestigiosa revista de derecho ‘Harvard Law Review’.
En 1988, una editorial le ofreció la posibilidad de publicar sus memorias, y Obama viajó a Kenia para buscar sus raíces. Fruto del viaje nació ‘Sueños de mi padre’, que vio la luz en 1995, y en el que Barack admite, entre otras cosas, haber consumido marihuana y «algún soplo» de cocaína durante su juventud.
Con una carrera brillante, su singularidad biográfica y su amplia perspectiva sobre la diversidad racial y los grandes retos del mundo, no le faltaron las ofertas de los mejores bufettes de abogados del país, pero Obama prefirió dar clases de Derecho Constitucional en Harvard y dedicarse a pelear por la defensa de los derechos civiles.
En cuanto a su trayectoria política, que no abarca más de 10 años, comenzó siendo elegido diputado federal por un distrito de Illinois, Chicago, que aglutinaba al voto universitario y de las capas populares. Desde un primer momento se le distinguió por ser un enfervorizado defensor de las políticas sociales, que serían la bandera de su campaña hacia el Senado.
Al Senado llegaría en noviembre de 2004, tras vencer a otros seis candidatos demócratas (mucho mejor posicionados que él) en las primarias del partido, haciendo lo mismo hizo frente al candidato conservador, al que venció con casi el 70 % de los votos. En un año en que su partido perdía las presidenciales, Obama se situaba como una estrella ascendente.
Su potente oratoria, su sonrisa contagiosa, su discurso social, su credibilidad y su facilidad para conquistar al electorado y cruzar las líneas ideológicas de raza y de clase, uniendo a los votantes en uno, fueron sus principales armas.
Entetanto, «la nueva cara», sobrenombre con el que fue tratado por prensa y políticos, se dedicó también a su familia y se casó con Michelle Obama, con la que tuvo dos hijas: Malia, nacida en 1999, y Shasa, dos años menor.
Los demócratas pusieron en él sus esperanzas y le encargaron el discurso central de la Convención del partido celebrada en Boston, también en 2004. En el mismo, su llamamiento a la esperanza, a la unidad de los demócratas y a seguir creyendo en el «sueño americano», hizo levantar a los asistentes de sus asientos. Muchos comenzaron a proyectar en el afroamericano sus esperanzas de volver a ocupar la Casa Blanca e incluso se llegó a comparar su intervención con el discurso «I have a dream» («Tengo un sueño») de Martin Luther King en 1958, en el que cargó contra la esclavitud y la secesión. Fue bautizado, entonces, como «una reluciente estrella en el cielo demócrata».
El 10 de febrero de 2007, Obama hizo pública su candidatura a las primarias demócratas. En un entorno simbólico, ante el Capitolio y rememorando a Abraham Lincoln, aprovechó su fuerza y su facilidad de conectar con el público, para hacer un llamamiento a las «esperanzas comunes y los sueños que todavía permanecen vivos» para presentar su alternativa de gobierno.
Obama reconoció su inexperiencia, lo que para muchos es su punto débil, pero argumentó: «Sé que no he pasado mucho tiempo aprendiendo cómo funciona Washington, pero he estado allí el tiempo suficiente para saber que las cosas tienen que cambiar». El senador no dudó en arremeter duramente contra el Gobierno de Bush: «Estados Unidos se ha enfrentado a grandes problemas antes, pero hoy nuestros líderes parecen incapaces de trabajar juntos con sentido común», piensa Obama, que añadió, «la política se ha vuelto tan amarga y partidista, tan contaminada por el dinero y las influencias que no podemos atajar los grandes problemas que requieren una solución».
Pese a que el hawaiano no pensaba plantearse un paso tan grande hasta 2012, el éxito de su último libro, ‘La osadía de la esperanza’, y de su tour promocional, le hicieron replantearse las cosas. Las colas a las afueras de las tiendas y el revuelo general organizado le han creado más una imagen de «estrella del rock» que de político austero y tradicional.
Cuando el año pasado decidió presentarse a las primarias demócratas, los sondeos le situaron pronto en segundo lugar, aunque nada parecía indicar que lograría arrebatar el puesto a la senadora por Nueva York, Hillary Clinton. Sin embargo, su lema de «un cambio en el que podemos creer» y «el cambio que necesitamos», pero sobre todo su ya famoso «Yes, we can» (sí podemos) hicieron cambiar de idea a los votantes.
Barack Obama, el nuevo presidente electo de Estados Unidos, ha hecho historia al convertirse en el primer afroamericano en llegar a la Casa Blanca, un acontecimiento sin precedentes que cambiará para siempre la rumbo de su país, y quizá el del resto del mundo. Con un mensaje de unidad y esperanza, y su promesa de cambio como bandera, el senador pronunció su primer discurso ante cientos de miles de personas en Chicago que fue retransmitido en directo a lo largo y ancho de Estados Unidos y que se debidó escuchar en todos los rincones del planeta.
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